Perder o aceptar:
son dos caminos oscuros a un karma fantasmal
para el gusto de quien cava su propia tumba
y el disgusto de quienes se aman con la verdad.
No son nortes que debemos considerar más!
No quiero volver a pecar,
pero en mis momentos de locura regalame cordura;
tomame de la mano cuando cruce la delgada línea
que nos puede separar más que la distancia
porque, si los dos estamos en la cornisa quien nos salva?
Por favor, perdona mi idiota inconciencia,
que en el ahogo de mi absurda apnea
cerró mi garganta e idiotizó mis ideas,
por el terror a la luz de la guadaña
que ponga fin o condene el norte de mi alma.
Mi absurda apnea y tu inconciente asfixia
no deben coincidir nunca más.
Antes de perder o aceptar
intentemos dar oxigeno a quien no pueda respirar
son dos caminos oscuros a un karma fantasmal
para el gusto de quien cava su propia tumba
y el disgusto de quienes se aman con la verdad.
No son nortes que debemos considerar más!
No quiero volver a pecar,
pero en mis momentos de locura regalame cordura;
tomame de la mano cuando cruce la delgada línea
que nos puede separar más que la distancia
porque, si los dos estamos en la cornisa quien nos salva?
Por favor, perdona mi idiota inconciencia,
que en el ahogo de mi absurda apnea
cerró mi garganta e idiotizó mis ideas,
por el terror a la luz de la guadaña
que ponga fin o condene el norte de mi alma.
Mi absurda apnea y tu inconciente asfixia
no deben coincidir nunca más.
Antes de perder o aceptar
intentemos dar oxigeno a quien no pueda respirar
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