En mis intentos por levantarme de nuevo
de no dejar caer al noble guerrero
acudo a tu encanto y locura,
para que hechices su rota armadura.
Pero como puedes si yo mismo
iracundo y sin sentido, abro un abismo
me encierro en una burbuja de vidrio
esperando quizas, quedarme sin aliento.
Mi mirada se hace muralla,
armada hasta los dientes.
Tu mirada busca un punto debil
por donde entrar en batalla.
Mi alma encadenada busca un respiro;
mis emisario van amordazados a parar el
conflicto.
Tus emisarios van sin tregua directos
al conflicto
entre señales de humo y el silencio en
el camino.
Desde tu distancia alicaida
puedes escuchar los gritos de mi
silencio;
quizas ya pensando que es mejor el
retiro
y allí es cuando te busca el alma mia.
Aguantando de pie para no caer;
te arriesgas a tomar mi mano
y es alli cuando escuchas mi llamado
donde el cansancio se debate con mi
ser.
Rompes la burbuja y haces de la muralla
agua
desarmas mi mirada y con ella
encuentras mi alma
iracunda y aprisionada más allá de
los sueños
esperando la derrota y rendición del
guerrero.
Pero mi alma lo ha vuelto hacer sin mi
permiso
encontró quien tiene el poder del
Peregrino.
Ya lo venia rasteando la pluma del
poeta;
ya el guerrero había escogido a su
padawan.
El Guerrero necesitaba más que su
escudo y espada
y el ¨Peregrino regresar de su
sadomasoquista exilio
por eso, la guadaña es para el rey de
reyes y su imperio;
comenzando a caer por el paso de La
Nada.
Y cual historia sin fin, cuando ya
nadie cree en los sueños,
cuando todo cae por el calentamiento
global o La Nada en Fantasía
en ese preciso instante que Gmork
quiere el corazón del guerrero
tú, mi hermosa encantada con falta de
cordura, restauras la vida.
Solo basta con pronunciar tu mantra
el hechizo que libera mi alma
encadenada
y le da muerte al Gmork, la bestia que
alimenta La Nada
Osollivaram! El Peregrino debe
regresar!
Osollivaram! El Gmork ya no está! Ya
no más!