Hoy cuando mis tierras yacen infértiles
con el desorbitar de la luna
y aún cuando llueve a cantaros aquí
adentro
tu cantíco me resulta apacible,
como cuando me refugio entre delfines y
ostras;
tiene el acorde que levanta al
guerrero?
Pues sí es un definitivo sí!
solo necesita que rindamos honor a
Benedetti
en “Defensa de la alegría” para
vivir
defenderla del escándalo y de las
ausencias transitorias,
defenderla como un principio,
defenderla como certeza y como derecho...
Defenderla de todo lo que él nos dice,
y de todo lo que tú y yo sabemos,
defender nuestra alegría, tú con tu
cantíco
y yo con mi Ty-melane melin le....
infinitamente
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