viernes, 1 de noviembre de 2013

Tu cantíco y mi Ty-melane

Hoy cuando mis tierras yacen infértiles
con el desorbitar de la luna
y aún cuando llueve a cantaros aquí adentro
tu cantíco me resulta apacible,
como cuando me refugio entre delfines y ostras;
tiene el acorde que levanta al guerrero?

Pues sí es un definitivo sí!
solo necesita que rindamos honor a Benedetti
en “Defensa de la alegría” para vivir

defenderla del escándalo y de las ausencias transitorias,
defenderla como un principio,
defenderla como certeza y como derecho...

Defenderla de todo lo que él nos dice,
y de todo lo que tú y yo sabemos,
defender nuestra alegría, tú con tu cantíco
y yo con mi Ty-melane melin le.... infinitamente

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