Con un nudo en la garganta
inconciente acorto mis palabras:
injustas, pérfidas, innecesarias;
consecuencia de esas patas cortas
que de mi pasado fueron guadaña.
Mi cuerpo reacciona
en el intento de liberar mi absurda apnea.
Pero mi alma se siente nuevamente atada
cuando mi mente se nubla
con el sólo olor de esa inepta palabra.
En mi conciencia,
intento olvidar su invalida presencia
o diferenciar su oasis; espejismo demencial,
que envenenó mi ser peregrino en su manantial;
inagotable fuente de mitos y fracaso nocturnal.
Entre tú y yo, no hay cabida
para una palabra que se alimenta de si misma.
Menos cuando nos amamos con la verdad.
inconciente acorto mis palabras:
injustas, pérfidas, innecesarias;
consecuencia de esas patas cortas
que de mi pasado fueron guadaña.
Mi cuerpo reacciona
en el intento de liberar mi absurda apnea.
Pero mi alma se siente nuevamente atada
cuando mi mente se nubla
con el sólo olor de esa inepta palabra.
En mi conciencia,
intento olvidar su invalida presencia
o diferenciar su oasis; espejismo demencial,
que envenenó mi ser peregrino en su manantial;
inagotable fuente de mitos y fracaso nocturnal.
Entre tú y yo, no hay cabida
para una palabra que se alimenta de si misma.
Menos cuando nos amamos con la verdad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario