El tiempo se detiene mientras mi mirada
acaricia tus labios.
Tu voz, como canto de sirena me
hipnotiza y me esclaviza;
quiero dejar mi alma sumergida en el
agua de tu boca.
No lo notas, pero bordeo la tentación
que guarda tu sonrisa
con las inmensas ganas de perderme en
el abismo que representa
el adentrarme a la aventura de conocer
el sabor de tu cuerpo.
Apreso mis manos que quieren
desencadenar una tempestad
despoblandote de todo vestigio de pudor
y matar con mis besos
todos los demonios que impiden ser
merecedor de tus caricias.
Tu mirada con cada palabra me llama a
perder la cordura,
cada bocanada de aire que tomas,
aumenta mis latidos
no se si estas conciente o ignoras a
donde llevas mis pupilas.
Muerdo mis labios que quieren acallar
tu canto de sirena
mientras tu mirada y tu boca confabulan
por segundos, conmigo;
ya me siento casi vencido por la
tentación, me acerco... y me preguntas
¿Dónde estas? Estoy hablando contigo.
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