miércoles, 11 de septiembre de 2013

Ante la distancia...

Hoy me toca irremediablemente abrazarte con mi alma
y no se porque se me antoja un beso que empiece en tus labios.
Y que entre temblores y gemidos, termine justo en tu boca.
Puede que te resulte atrevido, pero soy un niño crecido
y aunque ni siquiera te he logrado ver, mi hermosa
quiero urgar entre la oscuridad de tus sabanas.

Como quisiera acortar las distancias y que fueran mis manos
las que te hablaran en un idioma que solo tu cuerpo entienda
y que te sientas segura cuando mi pecho se confunda en tus senos,
mientras tus manos me explican donde queda tu entrepierna.

Malaya sea! Esta distancia confundida e irremediable
cuanto quisiera al menos que fuera solo distancia precisamente
lo que me obliga a encerrar mis palabras y sentir, para no asfixiarte.

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